Pautas de crianza

Formas de violencia

La violencia, en cualquiera de sus formas, es una vulneración de derechos y tiene muchas consecuencias negativas en el bienestar presente y en el desarrollo futuro de los niños y niñas.

La violencia en la crianza es el maltrato (físico y/o psicológico), el descuido y el abandono. Zamarreos, golpes, agresiones, tirones de orejas o de pelo, por ejemplo, constituyen maltrato físico. Estas actitudes bruscas que se realizan habitualmente y que pueden parecer naturales y normales, en verdad no lo son.

Hay además otras violencias que pueden producir daños irreparables como el abuso sexual. Y otras más sutiles o menos evidentes, pero que también dañan a los niños y niñas; por ejemplo, no aceptarlos tal como son. También ejercemos violencia cuando no respetamos sus opiniones o no les damos lugar para crecer.

Como madres, padres y cuidadores, debemos respetar sus derechos y darles la seguridad básica para que puedan crecer con tranquilidad y confianza.

Cuando hay gritos, insultos, amenazas, humillaciones, hay maltrato psicológico. También lo hay cuando se desvaloriza al niño o niña, cuando se muestra desinterés frente a lo que hace o dice, se le hacen reproches o se le compara con otras personas solo con el objetivo de lastimar.

Si se desprotege a los niños y niñas, dejándoles sin compañía o al cuidado de otro niño (por ejemplo, un hermano o hermana mayor) cuando aún no tienen edad suficiente, se les está descuidando o abandonando. Cuando perdemos la paciencia y no les damos tiempo para que incorporen lo que queremos enseñarles, estamos ejerciendo violencia.

Tenemos que entender que niños y niñas aprenden lentamente, a su propio ritmo.

La educación implica tiempo, paciencia y dedicación.

UNICEF

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