Hacia una crianza basada en la igualdad

Hacia una crianza basada en la igualdad

Si queremos infancias y sociedades libres de violencia, tenemos que entender que la crianza debe ser igualitaria para niños y niñas. Las responsabilidades y tareas de cuidado (tanto materiales como afectivas: cocinar, limpiar el hogar, dar cariño, etc.) se aprenden socialmente y pueden ser realizadas tanto por mujeres como por varones. Sin embargo, en las familias la división de las tareas de cuidado a veces es injusta. Generalmente, el trabajo doméstico recae en la mujer.

¿Qué son las tareas de cuidado?

Son todas aquellas tareas y actividades que se llevan a cabo en el hogar. Algunas son materiales (cocinar, lavar, planchar, limpiar, etc.), otras son afectivas (ayudar a construir autoestima, dar cariño, estimular, etc.). En las familias, todavía son las mujeres las encargadas de la mayoría o de todas las tareas de cuidado (en especial, si hay niñas o niños pequeños o adultos mayores). La crianza y el cuidado son tareas que se hacen con responsabilidad y con amor, pero que demandan tiempo y esfuerzo. Son un trabajo.

Pensémoslo de esta manera: cuando este trabajo se realiza fuera del hogar (el caso de las empleadas domésticas, por ejemplo), se está brindando un servicio a otras personas. Este trabajo es remunerado, quien lo realiza cobra por él. En la familia, en cambio, estas mismas tareas no se pagan, pero sigue siendo un trabajo fundamental.

¿Por qué las tareas de cuidado están a cargo de las mujeres?

Muchas personas creen que las mujeres son mejores cuidadoras. Se presume que las mujeres “saben” cuidar mejor porque tienen “cualidades naturales” para hacerlo. Esto no es cierto. Socialmente, se construye una visión de los varones y de las mujeres. Se establecen roles de género (“los varones son agresivos”, “las mujeres son débiles”, etc.) que no son naturales. Estos roles tienen mucha fuerza y van moldeando los comportamientos de varones y mujeres. Empiezan en la primera infancia, a través de los juegos, los juguetes, los cuentos y las canciones. (Por ejemplo, se establece que el rosa es un color de nena y el celeste es de nene, que los nenes no lloran, que las nenas tienen que ser dulces y calladas, etc.). Una educación igualitaria, sin atarse a los roles de género, promueve infancias más libres.

La violencia de género

Las familias son un lugar donde damos y recibimos cuidados y amor. Sin embargo, muchas veces ocurren situaciones de violencia. Resulta difícil hablar sobre esto y pedir ayuda. Las niñas y mujeres están más expuestas a sufrir violencia tanto dentro como fuera de las familias. En esos casos, se habla de violencia de género, porque es una forma de violencia que se ejerce simplemente por el hecho de ser niñas o mujeres.

La violencia puede ser:

  • Física (contra el cuerpo de la mujer, produce dolor, daño o riesgo de daño)
  • Psicológica (causa daño emocional y disminución de la autoestima o que busca degradar o controlar las acciones de la mujer, mediante amenazas, acoso, humillación, manipulación o aislamiento)
  • Sexual (cualquier acción a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación, la prostitución forzada, la explotación, la esclavitud, el acoso, el abuso sexual y la trata de mujeres).
  • Económica (toda acción que perturbe la tenencia o propiedad de sus bienes, la sustracción de dinero o destrucción de objetos, de instrumentos de trabajo y de documentos personales, como el DNI o el pasaporte)
  • Simbólica (a través de mensajes que transmiten dominación, desigualdad y y que toman como natural la subordinación de la mujer en la sociedad)

¿Cómo denunciar situaciones de violencia?

Cuando sufrimos o somos testigos de cualquiera de estas formas de violencia, es importante buscar información. Es importante tener en cuenta que la denuncia es el punto de partida de un camino complejo; por eso, es necesario hacerla en las mejores condiciones.

El derecho a una vida libre de violencia es un derecho humano. Por eso, existe la Línea 144, que se pone al alcance de las mujeres víctimas de violencia. Desde esta línea, se brinda contención, información y asesoramiento. Es gratuita y funciona en todo el país, las 24 horas, los 365 días del año.

FUENTE: UNICEF

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