El miedo no educa

El miedo no educa

Los adultos que formamos la familia somos las primeras personas que los niñas y las niñas conocen. Durante muchos años seremos sus modelos y ejemplos. La crianza con amor y respeto es una gran responsabilidad.

Compartimos aquí algunos ejemplos de conductas que debemos evitar:

  1. Agredirles verbalmente: insultarles, burlarles, despreciarles, desvalorizar o avergonzarles en público. Nunca decir frases como: “¿Qué hacés? ¡No tenés cerebro!” “¡Ay, qué flojito que sos!” “Salí de acá que no servís para nada” “¿Qué te pusiste? ¡Parecés un payaso!”
  2. Amenazarles con castigos que producen miedo: “Te voy a romper el alma”, “Te voy a dar”, “Vas a cobrar”, “Te voy a reventar”.
  3. Amenazar con el abandono: “Si seguís portándote mal, te dejo solo”.
  4. Exponer situaciones adultas delante de ellos: discusiones entre adultos, hablar de temas para los que no tienen edad. Esto les confunde y asusta.
  5. Amenazarles con que no los vamos a querer más por lo que hicieron: “Si seguís haciendo lío, mamá no te va a querer más”.
  6. No ser coherentes entre los adultos respecto de lo que se les dice, por ejemplo: la madre da una orden al niño y el padre dice lo contrario o la desestima.
  7. Exigirles que cumplan funciones u obedezcan órdenes para las cuales aún no están preparados.
  8. No mostrar interés en escucharlos cuando se acercan espontáneamente: “No tengo tiempo” “Estoy ocupado para eso ahora”.
  9. Culpabilizarlos por situaciones o acciones entre los adultos: involucrarlos en una pelea, adjudicarles la responsabilidad de los problemas de pareja.
  10. Rechazar o negar algún comentario acerca de algo que los chicos vieron, haciéndoles creer que no lo vieron y que es mentira. Eso altera su percepción de la realidad y hace que no crean en lo que ven y sienten.

FUENTE: UNICEF

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