La exposición al tabaco es una amenaza para la salud pulmonar de todas las personas,no solo de quienes fuman

Cada año, la exposición al humo de tabaco causa más de 1 millón de muertes a nivel mundial

La exposición al humo de tabaco se produce por el humo que se desprende del extremo ardiente de un cigarrillo o de otros productos de tabaco cuando se fuman, generalmente en combinación con el humo exhalado por quien fuma.

El consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco son importantes factores de riesgo de cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tuberculosis y asma.

Aún antes de que aprendan a caminar, los niños y niñas pueden empezar a sufrir los efectos de la exposición al humo de tabaco. Los bebés nacidos de madres que fuman, o de mujeres que están expuestas al humo de tabaco durante el embarazo, es probable que sufran una disminución del crecimiento de los pulmones y de la función pulmonar. Durante las etapas fundamentales de desarrollo en el útero materno, las sustancias químicas en el humo del tabaco tienen efectos duraderos y nocivos sobre los pulmones. Los hijos e hijas de personas fumadoras sufren una disminución de la función pulmonar, que les seguirá afectando en forma de trastornos respiratorios crónicos en la edad adulta.

La población adolescente que fuma tiene más probabilidades de padecer trastornos respiratorios crónicos y corre el riesgo de lesionar irreparablemente sus pulmones. Los pulmones siguen creciendo hasta bien avanzada la edad adulta, pero la inhalación de las toxinas contenidas en el humo del tabaco hace más lento este proceso y causa daño pulmonar potencialmente irreversible.