Cuidados para las personas adultas mayores

En la actual pandemia de coronavirus COVID-19, las personas adultas mayores (65 años o más) y especialmente aquellas más frágiles, están más predispuestas a contagiarse y a desarrollar formas más graves, severas. El propio envejecimiento, la coexistencia de una o más enfermedades debilitantes y la fragilidad lo favorecen.

La prevención y el auto cuidado, cualquiera sea nuestra situación global de salud, es la primer y mayor estrategia de protección.

Existen pautas nacionales para todos los contextos de vida o atención, desde el hogar, hasta el ámbito hospitalario y las instituciones de larga estadía (residencias u hogares).

Concurrir a servicios de salud incrementa el riesgo de contagiarse por lo cual solo debe hacerse en caso de alta necesidad. Si por alguna razón necesita atención médica, es preferible que solicite atención en domicilio.

Todas las medidas generales son aplicables en cualquier situación:

  • Lavado frecuente de manos.
  • Uso de alcohol gel en forma regular.
  • Ventilación de por lo menos 2 horas diarias de habitaciones y lugares de uso común.
  • Cubrir nariz y boca con pliegue de codo al toser o estornudar.
  • Uso de pañuelos descartables.
  • Otras medidas que sugerimos incluyen:
  • De ser posible planifique sus compras con anticipación y prevea una cantidad suficiente para unas semanas.
  • No concurra a lugares donde se puedan exponer ante gran cantidad de gente.
  • No tome antibióticos sin prescripción médica por síntomas respiratorios. Consulte siempre a su médico de cabecera.
  • Se sugiere a familiares mantener el contacto y ayudar a que a estas personas no les falte nada indispensable en este período.

“Quedarse en casa” no supone desvincularse de los afectos, ya que actualmente existen muchos medios (desde la telefonía tradicional a los que posibilita la telefonía móvil o celular, aplicaciones y redes sociales). Una simple video llamada con hijos, nietos y amigos dos a tres veces por semana puede hacer la diferencia, incluso para personas que viven en instituciones.

“Quedarse en casa” supone también alimentarse en forma saludable, así como mantener la movilidad, condición física y capacidad funcional.

FUENTE: Adaptado de texto de divulgación del Profesor Dr. Italo Savio - Equipo del Dpto. de Geriatría y Gerontología - Hospital de Clínicas de Montevideo

Imágenes: Universidad Nacional de Chubut - Lic. Estela Angulo profesora de Cuidados de Enfermería del Adulto y del Anciano