¿Cómo amamantar?

¿Cómo amamantar?

La lactancia natural brinda muchos beneficios, protegiendo al o a la bebé frente a muchos problemas de salud. También tiene beneficios para la persona que da el pecho, se puede reducir el riesgo de hemorragia postparto mediante la lactancia inmediata después del parto. También hay menor riesgo de cáncer de mama y de ovario.

Si la técnica de mamar es correcta, la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida cubre todas las necesidades de energía. No son necesarios otros alimentos ni líquidos: la leche materna contiene todos los nutrientes, incluyendo grasa, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y agua. También fortalece el sistema inmunológico inmaduro del o de la bebé, brindando una protección única contra infecciones.

El calostro es la leche especial de los primeros 2–3 días después del parto, rica en glóbulos blancos y anticuerpos. Aunque es producida en pequeña cantidad, es la que normalmente necesita el o la recién nacida en ese momento.

La leche comienza a ser producida en grandes cantidades entre los días 2 y 4 después del parto, provocando que los pechos se sientan llenos. Los pechos tienen glándulas que producen la leche en el interior y en el exterior es visible el pezón y la areola, un círculo rosado o moreno que lo rodea.Si el o la lactante tiene buen agarre al pecho, veremos que todo el pezón hasta parte de la areola está dentro de la boca. El mentón se apoya en el pecho y la lengua rodea el pezón, así podrá succionar de manera efectiva. ¿A qué debemos prestar atención? Debe hacer succiones lentas y profundas, más o menos una vez por segundo. Podemos ver o escuchar claramente cómo la leche pasa por la boca y es tragada. En ocasiones, el o la bebé hace una pausa durante algunos segundos, permitiendo que los conductos se llenen con leche otra vez. Cuando reinicia la succión, puede chupar rápidamente unas cuantas veces, estimulando el flujo de leche y luego vuelven las succiones lentas y profundas.

Hacia el final de la mamada la succión se torna más lenta, con menos succiones profundas y pausas más prolongadas. Este es el momento cuando el volumen de leche es menor pero, como se trata de la leche del final, rica en grasa, es importante que la toma continúe. Una vez que el o la lactante ya no sienten hambre, dejan el pecho y durante uno o dos segundos puede verse que el pezón estirado, pero rápidamente retorna a su forma de reposo.

Para que exista un buen agarre, debe haber una buena posición de lactancia. La persona que da el pecho puede estar sentada, recostada o parada, si así lo desea. Debe estar relajada y cómoda, sin ninguna tensión. Si está sentada, puede usar un soporte en la espalda (un almohadón, el respaldo de una silla) y debería ser capaz de sostener al lactante contra su pecho sin necesidad de tener que inclinarse hacia adelante.

Se puede lactar en varias posiciones y existen cuatro puntos clave que son importantes:

1 - El cuerpo del o la lactante debe estar derecho, no curvado o doblado. La cabeza puede estar un poco extendida hacia atrás, lo que favorece que el mentón esté muy cerca del pecho.

2 - Debe estar frente al pecho. Los pezones apuntan ligeramente hacia abajo, de manera que el o la lactante no debe aplastarse contra el pecho. Debe sostenerse su espalda, de manera que sea capaz de ver el rostro de su madre.

3 - Los cuerpos deben estar próximo. La cercanía durante la lactancia no es solo alimento, también es un momento de aprendizaje para el o la bebé y de reforzar los vínculos de afecto. El amor es parte de una salud completa.

4 - El cuerpo entero del o la lactante debe estar sostenido: puede apoyarse en la cama o se puede emplear una almohada o puede estar en el regazo o los brazos de la madre. La madre no debe sostener solo la cabeza o el cuello, debe estar la mano o el antebrazo sosteniendo la espalda. Estos puntos son muy importantes durante los primeros dos meses de vida.

FUENTE: Texto adaptado de “LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE Y DEL NIÑO PEQUEÑO” - Organización Mundial de la Salud