Alimentar y amamantar

¿Cómo solucionar las molestias en los pechos?

A veces puede ocurrir que sientas algunas molestias cuando el bebé comienza a prenderse al pecho.

En estos casos, te recomendamos comenzar a darle por el pecho menos dolorido y variar las posiciones de amamantamiento buscando la que te sea menos molesta o dolorosa.

También podés probar darle la teta a tu bebé más frecuentemente.

Para el cuidado diario de los pezones, recurrí al método “A.L.A.S.”:

  • Aire: dejarlos secar al aire después de cada toma.
  • Lubricación: con una gota de la primera leche que producís, para evitar o tratar las grietas de la piel.
  • Agua: para lavarlos —sin utilizar jabón-, y nunca frotarlos.
  • Sol: en tomas de unos pocos minutos, siempre antes de las 11 horas y después de las 16 horas.

Es importante además que uses corpiños holgados y cómodos

Pezones doloridos

  • Cuando te duelen al comienzo de la mamada es porque el bebé succiona y los pequeños conductos que llevan la leche todavía están vacíos. Podés prevenirlo masajeando la mama desde la base para que los conductos se llenen, o extrayéndote un chorro de leche antes de poner el bebé al pecho.
  • Cuando te duelen durante toda la mamada, podés prevenirlo colocando el bebé a mamar de manera que tome toda o parte de la areola con la boca, alternando las posiciones para amamantar o evitando el vacío que se produce cuando retirás a tu bebé del pecho. Para eso introducí suavemente la punta de un dedo limpio entre las encías del bebé.

Pezones agrietados

Los podés prevenir:

  • Variando las posiciones para amamantar.
  • Evitando el vacío al sacar al bebé del pecho, retirándolo lentamente y colocando suavemente la punta de un dedo limpio entre sus encías.
  • Ofreciendo mamadas seguidas.

Para su tratamiento:

  • Comenzá a amamantar por el pecho menos dolorido.
  • Buscá la posición en que haya menos dolor.
  • No disminuyas el tiempo de las tomas.
  • Si tu bebé se duerme “prendido” al pezón, retiralo suavemente colocando la punta de un dedo limpio entre las encías.
  • Después de cada mamada, colocá unas gotas de leche sobre tus pezones y permití que se sequen al aire. Aplicá el método A.L.A.S que mencionamos al principio.

Conductos tapados

¿Cómo identificarlos?

  • Se perciben como durezas en algunas zonas del pecho. Con el paso de las horas puede aparecer un color rosado sobre la piel y se siente la zona más “caliente” que el resto.
  • Suelen presentarse en el costado “externo” de los pechos, ya sea en el lado de arriba o de abajo.

¿Cómo prevenirlos?

  • Variando las posiciones para amamantar.
  • Ofreciendo mamadas frecuentes.

¿Cómo tratarlos?

  • Colocando paños de agua tibia en la zona antes de comenzar a amamantar.
  • Usando corpiños holgados.
  • Masajeando suavemente la zona afectada antes y durante el amamantamiento.
  • Colocando la pera de tu bebé en dirección a la dureza para favorecer que esa zona se vacíe.

Mastitis

La mastitis es la infección de la glándula mamaria y debe ser tratada lo antes posible.

Los síntomas más frecuentes son fiebre y horas después es posible notar en alguna parte de un pecho o en los dos, una dureza rojiza, que produce ardor y dolor.

Ante cualquiera de estos síntomas recurrí sin demora al centro de salud más cercano, donde se te indicará el tratamiento a seguir. En la mayoría de las situaciones en que se presenta la mastitis es posible y recomendable continuar amamantando.

Si tenés dudas o problemas para dar la teta o mantener la lactancia, llamá gratis al 0800-222-1002, opción 7.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación