Alimentación complementaria

A partir de los 6 meses, las necesidades de energía y nutrientes comienzan a sobrepasar lo aportado por la leche materna y tu bebé debe empezar la alimentación complementaria. Si no se introducen alimentos complementarios a esta edad, el crecimiento del o de la lactante se puede ver afectado.

Esto no significa dejar de amamantar. La lactancia materna continúa siendo una fuente muy importante de nutrientes, es el 50% de las necesidades de energía del bebé hasta el año de edad. Sigue brindando protección contra enfermedades y es un vínculo de amor. Por lo tanto, se recomienda que la lactancia materna a demanda continúe hasta los 2 años de edad o más.

Los alimentos complementarios deben ser seguros y administrados de manera apropiada, por ejemplo, si están muy diluidos o las raciones son muy pequeñas, serán un alimento de menor calidad. La alimentación complementaria óptima no depende solo de con qué alimentar a tu bebé, también depende del cómo, cuándo, dónde y quién lo alimenta.

El niño o niña debe tener su propio plato, así la persona que lo cuida puede saber si está recibiendo suficiente comida, si algún día comió más cantidad o si deja de hacerlo. Es útil para contarle luego al pediatra y saber si la salud de tu bebé está bien.

Se puede usar una cuchara (que será solo para alimentar al niño o la niña) y también dejar que usen las manos para llevarse la comida a la boca o jugar. Al principio, tu bebé no sabe qué es el almuerzo o la cena. Ni siquiera sabe qué cosas se pueden comer y cuáles no. El juego es la manera que tiene de relacionarse con el mundo y aprender.

Desde los 6 meses y a lo largo de toda la infancia, hay que alimentar despacio y pacientemente y animar a los niños y niñas a comer, pero sin forzarles. Si rechazan varios alimentos, se puede probar con diversas combinaciones, sabores, texturas y métodos de cocción diferentes para que haya variedad y consuman siempre frutas, verduras y proteínas.

Las distracciones durante las horas de comida (el televisor, la música, los juguetes) pueden hacer que tu bebé pierda interés rápidamente y no se alimente bien. Recordá que los momentos de comer son periodos de aprendizaje y amor, hay que hablar con los niños y mantener el contacto visual.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación